La anecdota del viernes

La anecdota del viernes

Una amiga mía acaba de llegar a España y no habla muy bien el español, además ahora todavía no ve la diferencia entre los sonidos la /rr/ fuerte y la /r/ suave. El otro día se le reventaron los tubos de agua en casa y tuvo que llamar a la compañía de seguros, y le aseguraron que iban a ocuparse del tema y le iban a llamar. Bueno, entonces esto es lo que me cuenta:

“suena el teléfono, me llama alguien, se presenta como un «perrito» y dice que me quiere visitar mañana por la mañana! ¡un perrito, por la mañana! Una monada, pero… Pienso que es una broma de mal gusto y cuelgo el teléfono. Más tarde otra vez suena el teléfono, la misma voz me vuelve a decir que es un «perrito» y quiere ir a verme mañana por la mañana que le diga la hora si me parece bien. Le contesto que no me viene bien y además no hablo con los perros y vuelvo a colgar… al final he llamado a mi marido para contarle sobre los acosadores telefónicos perversos y me dijo que era un perito de seguros que tiene que visitar nuestra casa. ¡Qué vergüenza! Ahora no sé ni como mirarle a los ojos a este perito!”

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